lunes, 21 de octubre de 2013

Un mate.

Puedo ver tus profundidades cuando abres la boca y tus orgasmos golpean mi frente. Tus gritos donde sólo tú puedes mezclar la risa, el gemido y el llanto en algo que no sabría explicar, pero hace que mi polla desea escucharlo como despertador de cada una de las mañanas de invierno. Que tu sudor manche las paredes y la cama acabe en mitad de la habitación por muchas noches más.
Te muerdo y me pides más. Te muerdo y me pides más. No sé como va a acabar esta jodida excitanción continua. Espero que con lluvia de ropa en la habitación hasta que vuelva el sol.

jueves, 3 de octubre de 2013

Moscas.

Conocí a un tipo que le ataba hilos a las moscas y así siempre le acompañaban. Nadie le entendía, pero a mí me parecía un artistas.

jueves, 29 de agosto de 2013

Perros en la ciudad.

Salí de casa con mis mejores zapatos y mis peores intenciones. Después de siete copas de vino y un paquete de Lucky. Eramos como perros sueltos en la ciudad, felices corriendo de plaza en plaza. Un grupo de jóvenes que no son capaces de ver el final. Reíamos, nos rozabamos, siempre excitados y drogados. Nada importaba, sólo la frase: 'SED FELICES, CABRONES.' Que pintabamos en todos los baños y paredes del camino.
Por las mejores noches y las peores mañanas, que vivimos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Juicio rápido.

Impugnó su beso.

viernes, 2 de agosto de 2013

Todo bien.

Camino por nubes que explotan dejando cristales.
Camino entre sonrisas, que al fin y al cabo son bocas que enseñan sus dientes.
Me regalan caricias que me irritan la piel.
Caigo bien a todos, pero no soporto a nadie.
Según desde donde me mires, soy y no soy.

domingo, 21 de julio de 2013

Noche de carreteros.

La noche de carreteros consistía en pillar en las afueras e ir a la capital a venderlo más caro.

La última vez fue algo surreal, pero casi todas las veces lo era. Esta vez pillábamos durante toda la noche a un cantante de rap que tenía concierto esa misma noche. Íbamos a la sala cada vez que nos llamaban, él salia, le pillábamos e íbamos de nuevo al centro.

Cada noche de estas le tocaba a uno ser el conductor. Éste no puede hacerse de nada. No debe consumir. Mientras que el resto no para. Está el copiloto, que debe ayudar a encontrar las calles que nos dicen, pero acaba por obsesionarse por encontrar la canción idónea y no perder la mandíbula. La idea de estas noches es hacer algo de pasta, pero en realidad no ganamos casi nada. Nunca hablamos del tema.

En parte me gusta cuando me toca ser el conductor. El aire en la cara, la música (cuando no te la cambian) y alguien que dice: '¿Habéis visto psicosis IV? ¿No? Tenéis que verla, en serio'. Tengo la manía de bajar del coche en cada parada y tocar el asfalto. Frío en invierno, caliente en verano y tan duro. Debe ser horrible que sea el último contacto de alguien antes de irse.

La noche acabó llegando a casa. Un colega que se tira al sofá, porque no le apetecía irse a casa y yo que llego a mi cama a mirar el techo durante horas. No se debe consumir cuando se es conductor en una noche de carreteros, pero no es fácil.

jueves, 13 de junio de 2013

Me escondo.

Me comporto como un animal y al rato como un cachorro metiendo mi cara entre tu muslo y el colchón.
Dejame pasar la mañana aquí, prometo no molestar.

miércoles, 5 de junio de 2013

Emisor.

Me acuerdo que era verano, tenía siete u ocho años y todos estaban tomando la siesta. Yo estaba con mis juguetes, en el suelo del salón cuando me llamaste y me hiciste un gesto para que te siguiera. Me llevaste hasta la pila, que estaba llena de agua en el corral y me explicaste que había que vivir el momento, intentar ser feliz y cumplir las metas. Entonces cogiste mi cabeza y la metiste en el agua. Recuerdo como pensé que era una broma, hasta que empezó a escocerme la nariz, golpeaba con las piernas para escapar, el dolor en el pecho del mármol de la pila. Como las burbujas de aire golpeaban mis ojos que estaban abiertos. Me dejaste salir y tomé una larga bocanada de aire. Apenas conseguía llorar, cuando me dijiste que nadie era inmortal, que somos una especie frágil y podemos dejar de existir en casi cualquier instante y por eso había que vivir el momento.
Eras (y seguirás siendo) un puto alcohólico, pero sabías hacer llegar el mensaje.

martes, 28 de mayo de 2013

Lunes.

Me dijiste que eras más de DC Comics que de Marvel y aún así te seguí hasta tu casa. Un lunes que ya olía a martes de resaca. Me hiciste cosas con las manos que nadie me había hecho con la boca. En tu cintura leí un tattoo que ponía 'Si has llegado hasta aquí, no pares.'. Compredí que la combustión espontánea no existe, pero hay algo muy parecido que llega a quemar.

domingo, 5 de mayo de 2013

¿Cómo llegué?

Le lame la mano y le llama amo. Se gira hacía mí, se acerca gateando como un animal y comprueba que estoy bien atado a la silla con una mano. La otra baja mi bragueta y deja al descubierto un futuro duro secreto. Vuelve con su amo gateando, parando en el trayecto un par de veces para comprobar que sigo admirando la escena.
El olor a lubricante, sudor y sexo lo cubren todo mientras su cuerpos se golpean.
Mi polla señala mi barbilla y puedo notar como palpita pidiendo una lengua caritativa a gritos. Ella me mira y sonríe entre gemidos. Él es su amo y está claro que yo soy su esclavo, o algo más perturbado que por ahora no me desagrada.

sábado, 4 de mayo de 2013

Me acordé de ti y de todas las demás.

A todas las que decepcioné os pido paciencia.
Que de todas es verdad que sólo una realmente me importó.
A todos los que decepcioné os pido perdón,
os prometo que sólo quería probar.
En mi fiesta habrán varios bailes,
en todos fingiré saber bailar.

lunes, 29 de abril de 2013

Ahogado con su propia corbata.

Morirán vistiendo sus mejores sonrisas,
mientras que nosotros lo haremos con los estómagos vacíos.
Se darán golpecitos en la espalda,
y nosotros buscaremos sus caras.

martes, 23 de abril de 2013

Círculo vicioso.

No te vas a llevar una medalla, porque esto no lo tenía preparado. Pero te pido que ya que hemos llegado hasta aquí convirtamos esta noche en una competición.
Que el sexo se vuelve más bello, cuanto más guarro se va haciendo.

jueves, 4 de abril de 2013

¿Eres feliz?

Como una máquina de escribir su tarjeta golpeaba la mesa. Con un ritmo rápido, solo paraba para deslizar la tarjeta a modo de escoba. Le daba caladas al cigarro como si sus pulmones no funcionaran como los de cualquier persona. Como si no necesitara oxígeno, como si fuera el humo del cigarro el que le mantenía en vida.
Calada, golpeteo, deslizamiento, mirada. Calada, golpeteo, deslizamiento, mirada.
—¿Eres feliz? —En aquel momento yo miraba el juego de su tarjeta. Aquella pregunta llegó a mis oídos con un golpe.
—¿Cómo? ¡Eh!… Sí. Supongo. —Le di un trago al vaso que tenía en frente. En aquel momento ni siquiera paré a saborearlo y no supe que era. Hoy tampoco sabría decir que era. Pero aquella pregunta había absorbido todo mi yo. ‘¿Eres feliz?’ —Bueno, primero deberíamos definir qué es la felicidad ¿No? Si te fijas la felicidad es diversa. Quiero decir, el miedo es casi universal. Tenemos miedos heredados de nuestros ancestros. Como a la oscuridad. Pero en cambio hay quien defiende que la felicidad no se puede (o no debería) encontrarse en el consumismo. Pero hay gente que lo encuentra y llega a un grado de felicidad igual que quien para a mirar una flor.
El tipo empezó a dividirlo en dos, pero le hice un gesto de que ya estaba servido. Me miraba y abría la boca. Noté que su cerebro iba tan rápido que sus palabras chocaban y había un caos en la carretera de segunda de su cerebro.  Sin duda quería que siguiera.
—Sigue, por favor. —Volvió a unir las dos líneas.
—No sé… Quizá como dijo Epicuro la felicidad se encuentra en la ausencia de dolor. Por eso la felicidad puede ser tan diversa, como jodidos pueden estar las personas. Y como dijo Platón la felicidad es esa sensación de plenitud, paz y serenidad que nos llena de alegría el interior, y nos permite disfrutar de la vida,  que parece ser una quimera inalcanzable para la mayoría de la gente. Así pues, puede que la felicidad sea ese largo camino en busca de la ausencia de dolor. La felicidad no existe, existe la búsqueda de la felicidad. Así que sí, soy feliz.
El tipo agachó la cabeza y con un movimiento rápido hizo desaparecer su trabajo de la mesa. Tumbó la cabeza y se quedó mirando el techo. Tras una calada al cigarro se volvió a  dirigir a mí, sin dejar de mirar el techo.
—Sé feliz, hijo de puta.

domingo, 31 de marzo de 2013

Oasis.

Toda la noche sin ropa y mucho tiempo entre tú y yo.
Pero antes vimos bailar nuestras sombras al ritmo de las velas, mientras dos tés se enfriaban en la mesa. Besos y ganas de incendiar nuestro oasis de paz y tranquilidad.
Me dejé llevar por tu mirada y acabé cerca de tu cintura.
Sin tregua a la felicidad.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Al sur.

¿Por qué al sur?
Porque siempre acabo en el sur. Mi mano en tu sur. Mi carretera en el sur.
Que me dan la bienvenida los olivos y el olor a aceite. Tierras peinadas.
Que siempre hago el trato de volver. Acabo por hacerlo antes de olvidar porqué el sur.

sábado, 23 de marzo de 2013

Artistas.

Soy el payaso al que no le arrancas una carcajada, la puta que llora de alegría, el vaso de cerveza que sólo tiene espuma. Un incendio en medio del desierto, un grito que no sonsigue eco.
El astronauta que no tiene el léxico suficiente para describir lo que vio.
Aún me paro a escuchar lo que los artista nos quieren contar.

martes, 12 de marzo de 2013

Somos.

Somos el conjunto de moléculas regeneradas de seres muertos. Fueron; Y ya no son.

Somos nada.

Miro al cielo, mientras fumo pensando si habrá vida en otros planetas. No me doy cuenta de que tengo los pies fríos de tenerlos descalzos en el balcón.

¿Qué somos? ¿Y, desde cuándo?

lunes, 4 de marzo de 2013

Pijamas de piel de gallina.

Salivas bailando al ritmo del humo de una cachimba. Se oye 'Gemidos' en la radio, cuando mis dedos logran encontrar la emisora. Risas y moqueos cuando mi cabeza, cabecita, no logra detener la salida de los payasos de circo que escapan de mi boca. En la habitación que huele a placer durante todo el fin de semana. En la habitación donde los cuadros se mueven al ritmo de los golpes de la palestina que permanece tendida en el exterior. Golpes inocentes con aspiraciones de ser grandes placeres. Pijamas de piel, pieles de gallina. En la habitación donde las salivas paran de bailar dejando oír un adiós que suena a 'necesito verte de nuevo'.

viernes, 1 de marzo de 2013

Reir tarde.

Me preguntaste si podías pasar. Te dije que claro, que el problema es que quizá luego no querrías irte. Dos cafés y tres cachimbas después nos habíamos resumido los últimos dos años. Te reías y pensé que tampoco lo habría hecho tan mal. Me preguntaste si bailábamos. Bailar en mi salón nunca había sido una opción. Te reías y pensé que tampoco lo habría hecho tan mal. Nos despedimos y me dijiste que a veces era tan tonto como quién enciende la luz para poder ver la oscuridad. Debía ser verdad porque lo entendí tres semanas más tarde.

domingo, 17 de febrero de 2013

Ahorrar.

No malgastemos saliva hablando.

jueves, 14 de febrero de 2013

Y abro los ojos y no.

Me encantaba el olor a aftershave de tu entrepierna. Tus suaves muslos, el tacto terciopelado de tu clítoris y mi fría saliva resbalando por tu caliente sexo.
Si cierro los ojos más de 3 segundos seguidos, aún me pongo duro.

lunes, 21 de enero de 2013

Fotos de aquel viaje.

No salíamos de la habitación porque comprendimos que todo el turismo que necesitábamos era por nuestros cuerpos. Mi mano en tu entrepierna sabía todo lo que quería. Tu boca en mi oído le pedía todo lo que querías. Me perdía detalles, pero a tres milímetros es tan difícil, que a veces salía de la habitación y tú seguías con lo prohibido.

sábado, 19 de enero de 2013

Bailabas.

Me acariciaste la nuca y me relajé. Me sonreíste y como el chamán de Indiana Jones en el templo de la perdición me arrancaste el corazón. Me lo enseñaste y yo sonreía con lágrimas en los ojos. Bailabas sobre él, mientras yo sonreía.