“¿Alguien sabe a cuánto está el gramo de vida? Puedo vender los años que hagan falta para que mi hija coma mañana. No quiero que regale sus gramos a la Muerte. Rompí ayer la mesa del comedor para que no recuerde dónde bailaba la sopa las noches del pasado.”
Que el hambre nos una.
Y eso que cada vez abren más mercadonas.
ResponderEliminartranquilidad y diálogo..
ResponderEliminarImpresionante. Sinceramente, me ha marcado.
ResponderEliminar