Los hilos del tiempo empujan mis huesos,
hasta desmontarlos cada estación.
Sé que tú los coserás.
Y conociéndote como te desconozco,
sé que empezarás por la entrepierna
y luego coserás una sonrisa en mi calavera
con hilo rojo. [Me encanta encontrarlos en la cama.]
Sin duda mi tequila ha encontrado su medio limón.
De tanto polvo y sudor,
nuestro pantano.
Donde descansan nuestros huesudos esqueletos
las tardes de domingo.
Pura dinamita.
ResponderEliminarpara esta entrada deberías tener un cuadradito de "fetén", porque darle a me gusta me parece un insulto.
Impresionante, vaya morbazo...
ResponderEliminartemendo...que pedazo de entrada amigo...
ResponderEliminarun besazo...
te espero en mi blog
inyectas tequila en sugerente y punzante y húmeda tinta.
ResponderEliminarPlacer haber descubierto tu espacio.
Salud.
Tu blog me vuelve loca y lo que escribes mucho más.
ResponderEliminarExitos.