Fui el vaso, la cama el hielo y tú el whisky. Diste el calor al invierno más cálido según los telediarios. Pasó el tiempo y no me di cuenta que el reloj llevaba tanto tiempo cronometrando. Jugamos con fuego dentro de las gasolineras. Nada nos paró y cuando estuvimos en medio de la nada, nos dio por reír. Todas las noches tienen aquella luna. La luna que nos miró en aquella borrachera, entre miradas temblorosas y caricias tímidas. No nos arrepentimos de nada, porque ahora tenemos todo.
Bien dicho.
ResponderEliminarMe gusta, me gusta.
ResponderEliminarBesos.
eres un fenomeno amigo...me gusta cada cosa q escribes con esa firma tan tuya...
ResponderEliminarMe gusta.. siempre es bueno no arrepentirse, y menos aún si las cosas acaban bien.
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