martes, 14 de junio de 2011

Hijos del vicio.

''El líquido golpeó contra el cristal haciendo bailar dos cubitos de hielo que a su vez creaban una melodía sólo percibida por algunos.
-Deje la botella. – Dijo una quebrada voz al camarero mientras le cogía el velludo brazo. Bebió todo el líquido de un trago pensando en llenarlo de nuevo, como si de ello dependiera el objetivo de aquella noche.
-¿Cuántos llevas ya? – Sonó una voz a su lado. No dignó a girarse. Demasiado ocupado en llenar su vaso. -Amigo, ¿Cuántos llevas esta noche?
Volvió a intentar encontrar una respuesta. Tras volver a beberse aquel ardiente líquido de un trago se giró para ver el aspecto del dueño de aquella voz.
-¿Cuántos llevo? ¿Acaso hay un número que le quite la curiosidad? 
Pasó su mano por la cara y se quitó el flequillo de la frente. Empezaba a pesar todo, estaba claro que había llegado a su punto idóneo.
-Esa respuesta aunque no lo crea, es la que buscaba.''

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