domingo, 8 de mayo de 2011

Frente al espejo.

Almohada empapada, gotas de sangre en la sábana, garganta seca... Era tan fácil como vender y no consumir.
No pintaba nada en aquella fiesta, nada. Entre trapecistas enanos y gatos encerrados en viejas pantallas de televisión. El local parecía diseñado por alguien que se había tomado una pastilla de vodka ayudado por un vaso de ácidos.
Una vez pasé del seguridad...
-Te esperan en la sala VIP.
... noté que todos me miraban. En cualquier otro sitio yo sería la persona corriente y ellos los extraños. Pero allí no. Se notaba a lo que iba, pero me daba igual. Vender, no consumir y pirarte.
Nube gris, luces intermitentes, golpes con gente que no paran de reír.
-Sólo tenías que vender y no consumir.
Repetirlo frente al espejo no valía de nada, ya no.

5 comentarios:

  1. bufff...cualquiera q hayamos conocido ese mundo nos damos cuenta de lo profundo de esta entrada...muy buena

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  2. Coincido con Kirk, siempre consumimos. Una propuesta de blog interesante, me pasaré más a menudo ;)

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