lunes, 7 de marzo de 2011

Rompiendo el sueño.

Suena el puto móvil. Odio ponerle la melodía de una canción que me gusta, porque acaba convirtiendose en una que odiaré. Odio las llamadas, nunca es nadie interesante. Además desde hace 4 meses sólo me llaman para pillar.
Las 6 de la mañana, pero ¡qué coño!
-¿Sí?
-¡Ey! Siento llamar a estas horas, pero es que vamos a una fiesta ahora en la playa. Esto está de puta madre. Estabamos en una fiesta en un chalet a las afueras y ahora siguen en la playa. Total, que queremos saber si tienes algo. Ya sabes para aguantar. Sé que no son horas... -Por la velocidad de sus palabras se podría decir que ya tiene suficiente.
-Calma. Nos vemos en media hora.
Empecé en esto para ganarme un sobre sueldo. Cuando me despidieron se convirtió en mi único sueldo. Debería plantearme sobre la moralidad de lo que hago. El hecho de que quizá esta madrugada alguien muera de sobredosis con algo que le haya vendido. Pero lo dejo para cuando vuelva, por ahora voy a lavarme la cara y darle lo que me han pedido.

3 comentarios:

  1. O, como dijo Escarlata O'Hara, ya lo pensaré mañana.

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  2. Bueno, esto no es un foro de opinión. Pero esta también me la he leído, mira. Y entera, sin saltarme un par de líneas discretamente.

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