lunes, 21 de enero de 2013
Fotos de aquel viaje.
No salíamos de la habitación porque comprendimos que todo el turismo que necesitábamos era por nuestros cuerpos. Mi mano en tu entrepierna sabía todo lo que quería. Tu boca en mi oído le pedía todo lo que querías. Me perdía detalles, pero a tres milímetros es tan difícil, que a veces salía de la habitación y tú seguías con lo prohibido.
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