lunes, 11 de junio de 2012

Saco de huesos.

Dos sacos de huesos. Yo con la piel sucia de garabatos, la tuya limpia y clara. Tu lengua tan sucia, que me excita. Tengo mi puntito canalla y me vuelvo medio guarro. Tú guarra y media. Cuando me pongo guarro entero, tú no me paras. Mis barbas mojadas de decir todas las palabras que me sé a tu entrepierna. Bicha, me pides que ahora te las diga a la cara. Mientras gritamos tantas guarradas que los vecinos pillan infecciones de oídos. Me miras y me haces aflojarme la bragueta. Tú tan tú, yo caliente y medio.