domingo, 19 de junio de 2011

Recordar.

Despierto con la almohada empapada, las sábanas se han hecho un fuerte en mis pies y mi piel parece la orilla de un río. Todo porque me paso las noches intentando recordar las palabras apropiadas.
Como si el flautista de Hamelin se despertase una mañana de resaca y al coger la flauta no recordase la canción que hacía que las ratas estuvieran a su lado. Por más que empezara la melodía no recordase como seguía y se quedara viendo como las ratas se alejan de su lado. Esa es la sensación que tengo por las mañanas.
Intento recordar las palabras que hicieron que durante unos segundos te quedaras a mi lado.
A veces pienso en subir a la azotea y chillar todas las palabras conocidas por el hombre. Pero me da miedo hacerlo, por si las acabo diciendo todas sin resultado. Porque entonces no me quedará nada a lo que aferrarme.
¿Entonces? Entonces sigo mintiéndome.

martes, 14 de junio de 2011

Hijos del vicio.

''El líquido golpeó contra el cristal haciendo bailar dos cubitos de hielo que a su vez creaban una melodía sólo percibida por algunos.
-Deje la botella. – Dijo una quebrada voz al camarero mientras le cogía el velludo brazo. Bebió todo el líquido de un trago pensando en llenarlo de nuevo, como si de ello dependiera el objetivo de aquella noche.
-¿Cuántos llevas ya? – Sonó una voz a su lado. No dignó a girarse. Demasiado ocupado en llenar su vaso. -Amigo, ¿Cuántos llevas esta noche?
Volvió a intentar encontrar una respuesta. Tras volver a beberse aquel ardiente líquido de un trago se giró para ver el aspecto del dueño de aquella voz.
-¿Cuántos llevo? ¿Acaso hay un número que le quite la curiosidad? 
Pasó su mano por la cara y se quitó el flequillo de la frente. Empezaba a pesar todo, estaba claro que había llegado a su punto idóneo.
-Esa respuesta aunque no lo crea, es la que buscaba.''

lunes, 13 de junio de 2011

Globos en la fiesta.

Estoy bebiendo una fanta mezclada con coca-cola. Ya nadie baila cuando suena la música, también es cierto que ya nadie queda en la fiesta. Rodeado de globos, sentado en una silla de madera en medio del salón. Estoy sólo, mirando dos vasos en el suelo que han dejado un charco de cerveza. Estallo los globos con mi cigarro. Cuando intenté hablar con la gente acabé haciendo un monólogo, pero sin público. Tan triste como un payaso, rodeado de niños muertos. Ya nadie baila cuando suena la música y no me queda nada más que beber.

domingo, 12 de junio de 2011

El búnker.

En la habitación toda la física aprendida sobre el tiempo, aquí no vale. Miras el reloj a las 8:00, lo vuelves a mirar para comprobar la hora y ya son las 19:00. Como en un búnker en tiempo de bombas no sabemos nada del exterior. A veces ponemos la televisión, pero su sonido muere por nuestros gemidos. La misma suerte sufren las películas y las series. Parece que aquí tu olor y tacto son el alfa y el omega. Te levantas de mi cama y te abrazo la cintura. No temo parecer ese niño que hace tiempo desapareció, porque aquí todo vale y cuando salimos todo se queda dentro.

sábado, 4 de junio de 2011

¿Qué estás viendo?

- Su novia no le dejaba ver porno. Decía que era grotesco e impersonal.
- Por eso mismo lo veo yo.